Abrí de nuevo mi corazón y esto fue lo que aprendí

¿Te comparto un secreto? Por fin, me hacen sentido las canciones de amor. Y es que lo confieso, siempre fui más una enamorada de la «idea del amor», en lugar de vivirlo. La verdad es que el terreno de los sentimientos no es mi fuerte y, queriendo tener todo bajo «control», decidí poner pausa al amor de pareja por variooos años.

Con el pasar del tiempo, aprendí a disfrutar MUCHO mi soledad y se volvió mi mejor amiga. Podría decir que estaba en mi mejor momento. Por fin, había concretado uno de mis principales objetivos: independizarme.

Sin embargo, este gran cambio en mi vida, no vino solo.

En el inter, conocí a alguien.

Alguien que despertó lo que nadie NUNCA hizo. Y por quién, todas las lecciones aprendidas en años pasados, decidí ignorarlas.

Alguien TAN diferente al ideal en mi mente, que rompió demasiados paradigmas. ¿Qué curioso, verdad? La vida una vez más me demostró que querer tener el control de todo, es una utopía.


Debo decirte que estaba aterrada.

En terreno desconocido y con un gran espejo frente a mí, confrontándome. ¿Cómo abordar toda está revolución de sentimientos? Cuando mi mente es más de racionalizar todo y si es posible, establecer la modalidad de opción múltiple.

Aquí, sin importar que eligiera, no existía opción sin RIESGO.

Riesgo de enamorarme. De atreverme a abrir el corazón después de tanto tiempo anestesiado. De soltar el control. De SENTIR.

A sabiendas de lo que podría pasar, tomé el riesgo. Porque algo estaba muy claro dentro de mí, quería sentirlo todo, porque ese alguien, inspiraba TODO en mí. Había elegido dar el primer paso para amar.


Tom y Summer. Película: 500 días con ella (500 Days of Summer)

Lo supe cuando lo miré fijamente. Cuando reconocí su alma. Cuando sentí su olor y roce sus brazos. Me atreví a saltar al vacío. Por un momento, cerré mis alas y mostré mis heridas… Creí que podría ser eterno.


En algún momento, señaló que «sueño finales felices» y probablemente, sí.

En mi concepción ¿Qué sería el amor sin un poco de ilusión, fe y esperanza?

En este punto, no se trata de qué sucedió. Quién se equivoco o no. Eso, es lo de menos.

Lo que sí importa para mí, es rescatar el valioso aprendizaje que está experiencia me brindó. Y hoy, quiero compartirla contigo. Tú que me sigues y me has acompañado en mi andar por tantos años, eres también mi cómplice. Nos merecemos este momento de corazón a corazón.


Enamorarse es un acto de valentía…

y SIEMPRE valdrá la pena. No importa si eres o no correspondido. La valentía radica en atreverse a sentir y vivir con autenticidad.

En una relación, siempre existen dos relaciones. La que la persona tiene contigo, desde su percepción y la que tú, tienes con ella. Y a veces, estás percepciones son totalmente distintas.

La única manera de encontrar un punto de equilibrio, es hablar. Esas conversaciones que algunos llaman «incómodas», pero que son totalmente necesarias, para llegar a un acuerdo, sí así se desea…


Los famosos lenguajes del amor

Cada persona tiene diferentes lenguajes del amor y cuando inicias una relación, es importante conozcas los tuyos. El autoconocimiento es clave. Mientras más te conozcas, más podrás compartirte asertivamente con la persona.

Es un error dar por hecho que lo que queremos que hagan por nosotros, es «obvio». Conocer tus lenguajes, te permitirá expresar con mayor claridad lo que quieres y a su vez, comprender a la otra persona al conocer sus respectivos lenguajes.


Define tus NO negociables

Siempre ten claro y muy bien definidos tus NO negociables, pero sobre todo, respétalos. Si algo es importante para ti, la otra persona tiene derecho a saberlo y si desea estar contigo, lo respetará. Los no negociables no son leyes inquebrantables, pero sí una expresión de amor propio de lo que estás dispuesto o no a aceptar y viceversa.

Cuando hablamos de acuerdos, entra una palabra mágica en el mundo de las relaciones: ceder.

Ceder va de aprender a comprenderse y saber llegar a acuerdos que sean benéficos para ambos. Sin embargo, existe una delgada línea, donde en lugar de ceder, podemos llegar a ignorar nuestros no negociables.

Si esto sucede… para mí, una pregunta clave es: ¿realmente merece la pena estar ahí?


Respeta y honra lo que fue

Cada relación, es un aprendizaje. No te culpes si no funciono. Mejor, valora lo que fue y agradece lo vivido. Existen 3 preguntas que me han ayudado a reflexionar para rescatar el aprendizaje:

  • ¿Qué sucedió?
  • ¿Qué acciones de mi parte fueron acertadas?
  • ¿Qué acciones o actitudes puedo mejorar?

Si bien, una relación es de dos. Cuando está acaba, está de más sobre pensar en lo que hizo o no la otra persona. No estamos en su mente y tratar de interpretar su actuar no nos va a llevar a ningún lado. Lo único que está en nuestras manos, es lo que podemos hacer tras lo vivido y trabajar en uno mismo para ser una versión más fuerte, sabia y sana.

Siempre he pensado que toda relación, buena o dolorosa, merece respeto. Y que a los únicos que les compete lo que sucedió, son a los involucrados en ella. Caer en indirectas de cualquier tipo, comentarios negativos y habladurías, desde mi parecer, es desmerecer lo vivido y un golpe bajo.



Cada relación es un reflejo nuestro y a su vez, un espejo para enseñarnos lo que está sanado como en lo que aún es necesario trabajar. Y sí, duele.

Fortalecer nuestro amor propio, es la brújula que nos guiará para poder reconocer en todo momento lo que es bueno o no para uno. Porque aunque sintamos que podemos llegar a amar a una persona, el verdadero amor, empieza por uno mismo.

Si estás pasando en este momento por una ruptura, te abrazo profundamente. Porque una relación, corta o larga, privada o pública, con título o no (o bajo alguna de las nuevas tendencias en relaciones), amor es amor.

El latido de un corazón acelerado no miente. Ni el suspiro enamorado y el poco aire que sientes que tienes cuando todo termina.

Tus emociones son válidas y nadie más que tú, puede definir la relevancia o no que tuvo una relación para ti.


Me despido con fragmentos de una canción que ha sido mi mantra al decir adiós:

No actúes tan extraño
Duro como una roca
Si te mostré pedazos de piel
Que la luz de sol aún no toca

Y tantos lunares
Que ni yo misma conocía
Te mostré mi fuerza bruta
Mi talón de Aquiles, mi poesía

[…] Si desde el día en que no estás

Vi la noche llegar mucho antes de las seis

ANTES DE LAS 6 – SHAKIRA

PD: Te comparto mi playlist «Hola Amor», dedicada a la montaña rusa que es enamorarse y que me acompañó cuando abrí de nuevo mi corazón.


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