¿Qué es ser una «Gran Mujer»?

¡Hola! Soy Lolina Rivas, Consultora Digital en Comunicación de Marca y antes de un título, profesión y experiencia laboral, soy MUJER.

Una mujer de 32 años, FELIZ. Que cada día trabaja por sus sueños. Un alma libre, creativa y exploradora del mundo. Hija de familia. Tía enamorada. Hermana al pie del cañón. Y no, está descripción no tiene la intención de ser un confesionario o exposición de mi vida, pero sí un espacio para la reflexión.

Porque en carne propia he vivido la presión de la sociedad por lo que debería ser una mujer de mi edad y el rol que debería cumplir. También he sido señalada por darle más importancia a mi “trabajo”, que a mi vida personal por el hecho de no tener “novio, esposo o hijos”. Y en el mundo empresarial, siempre he estado rodeada por más hombres que mujeres.

A menudo leo artículos que hablan sobre una mujer audaz y llena de valor, pero en la vida real, serlo pareciera algo fuera de lugar. ¿Por qué?

También son comunes frases como: “las mujeres que tienen éxito en lo laboral, están destinadas a quedarse solas”. Y la verdad es que no concuerdo. No necesariamente tiene que ser así. 

Es más difícil, sí. Porque una mujer que sabe lo que quiere y ha trabajado en sí misma en los diferentes aspectos de su vida y roles, buscará una pareja, que en efecto, sea eso. Alguien a la par de ella. 

Sin embargo, con frases así, pareciera que el éxito profesional está peleado con el amor. ¿Por qué no se expresan frases similares al revés? ¿Por qué pareciera totalmente unilateral?

Y no, NO se trata de una pelea entre los géneros ni una disputa para elegir un ganador.

Se trata de ser mujer en libertad.

Libre de juicios, estereotipos y presiones sociales.

Nos han dicho que hay que ser BUENAS mujeres, GRANDES mujeres, pero ¿cómo se es una gran mujer? Ante este cuestionamiento, llegué a mi propia definición de lo que es ser una GRAN MUJER:

  • Una gran mujer, es la que apuesta por sí misma. Por su autoconocimiento. La que cuestiona sus creencias, se deconstruye y vuelve a construirse. La que se reconoce valiosa por el simple hecho de SER y trabaja en su amor propio para ser su mejor versión.
  • Una gran mujer conoce la diferencia entre ser solitaria y disfrutar su soledad. A esta segunda, la hace su mejor amiga y le da su espacio, porque ha aprendido a valorar el tiempo consigo misma.
  • Una gran mujer tiene poder de decisión. El mundo puede estar de cabeza… Incluso su vida misma, pero jamás deja de decidir y tomar las riendas en pro de su bienestar y entorno.
  • Esa mujer de la que hablamos es responsable. No por el hecho de cumplir con tareas laborales, familia, sociedad, sino porque es consciente de sus acciones, como de sus consecuencias.
  • Aquella mujer sabe lo que quiere, pero también se brinda la oportunidad de conocer otras opciones, perspectivas, mundos.
  • Esa gran mujer sabe cómo llegar a lo que quiere, pero también comprende que hay situaciones que no están en sus manos. Aprende, acepta, suelta.
  • Una gran mujer, lo es TANTO la que está casada y vive en familia, como la que no. Tanto la que decidió ser parte del mundo laboral, como la que da su tiempo y trabajo en el hogar. Como la que ha decidido ser madre, como la que no. 
  • Ser una gran mujer no tiene una definición única, porque por el hecho de SER, ya es valiosa. Y su valor, no radica en su puritanismo, en cumplir un rol en específico o el cumplimiento de todas las reglas de etiqueta. Sino en su autoconocimiento y aceptación. En no buscar el daño ajeno, señalar, juzgar. Esa gran mujer, reconoce sus aciertos como sus desaciertos. Si se equivoca, sabe pedir perdón y perdonar.

Y tú, ¿cómo definirías a una GRAN MUJER? Cuestiónalo y arma tus propias reglas. No permitas que nadie más tenga voz ni influencia sobre un concepto que solo tú podrás darle significado.

Porque en estos días, ya es demasiada presión vivir auto-juzgandonos y querer ser la mujer maravilla, cuando no existe verdad absoluta de cómo se debe ser mujer.

Si tu eres una gran mujer, disfruta de ello. Sin más, ni menos. Sin pensar si hoy cumpliste al cien con lo que te norma la sociedad o no. Ten claro: Bien y mal y encuentra tu equilibrio.

VIVE cada día. Disfruta tu proceso.

VIVE libre y en paz de ser tú misma.