5 consejos de valor a las chicas de veintitantos

Aunque pareciera irónico que al ser más jóvenes, fuéramos más seguras de nosotras mismas, la realidad es que casi siempre es TODO lo contrario.

Irse acercando al tercer piso, implica otro dilema, por que aunque nuestro yo interior se siente mucho más cómodo, confiado y en armonía, la presión social que existe a nuestro alrededor nos hace cuestionarnos más de una vez si es bueno sentirse así. Pues en su lugar, nos hacen creer que deberíamos estar más preocupadas buscando al príncipe azul, «amarrando» nuestra estabilidad económica o en su defecto, esperando una bendición… Y aunque enlistarlo de esa manera, suena con gracia…

Piénsalo… ¿Es así la historia?


Sin embargo, quiero oprimir la tecla >enter< para dejar por un momento en el aire ese dilema de “se nos acaba el tiempo”.

Recobremos la perspectiva y pensemos en todas las experiencias aprendidas en estos años, aquellos tropiezos que dolieron y aquellas aventuras de las que fuimos capaces, que hoy nos parecen un poco “inconscientes”.

Mi primer pensamiento: ¡Chicas de veintitantos, no teman tanto!

No es secreto que la mayor parte de mi trabajo implica estar navegando en las redes sociales y analizando el contenido que por ellas fluyen… Y si bien, algo me queda claro, es que las nuevas generaciones vienen con muchas ganas, sueños, y preparación, pero a su vez, los temores por la corta edad e inexperiencia, se hacen presentes.

Foto-Lolina Rivas-Consejos-Veintitantos

Partiendo de una premisa general, pregúntate a ti misma, mi chica de casi 30 años:

¿Qué le dirías a tu yo más joven?


Quizás sería…

1. Usa esa ropa que tanto deseas pero que por alguna razón sientes que no te «luciría» bien.

Atrévete a experimentar y en la práctica, encontrar tu propio estilo.


2. Viaja y viaja mucho.

Contrario a la idea de nuestros padres (que bien, siempre se respetará su opinión), una de las ventajas de viajar joven, más allá de la aventura, es la madurez que te brindará para formar un criterio más «open mind» y tolerante hacia las personas y el mundo.


3. Lee, reflexiona y cuestiónate.

Lo más maravilloso de la lectura es el siempre poder debatir entre las ideas que recibes y las creencias propias, al final, llegarás a una conclusión que formará parte de tu día a día.


4. No temas conocer gente nueva.

Y con esto, no me refiero únicamente al escenario clásico de una fiesta y tener valor de entablar plática con alguien. Más bien al hecho, de conocer personas completamente opuestas a ti, quizás por su cultura, creencias e inclusive, preferencia. Recuerda que en la diversidad, también hay belleza. Y una manera de conocerse a si mismo, es también conociendo otras formas de ser e ir definiendo tu personalidad.


5. Adiós a la inseguridad.

Creo que de todos los puntos, este puede ser el más complicado. Pues cuando hablamos de seguridad, no es solo «aparentar» estar bien. Sino es realmente estarlo y esto parte de la aceptación de nuestra versión como persona. Seguridad, para aceptar de todo lo que somos capaces de lograr, sin el miedo constante a no ser «suficientes». Seguridad en la actitud, lo que somos verdaderamente y transmitirlo. Seguridad en los sentimientos, para reconocer cuánto valemos y no exponer el corazón a un daño innecesario.


Mi chica de casi 30, sé lo que es estar en esta etapa y no tener 100% certeza de lo que sigue, pero lo que si esta claro es que estamos en nuestro mejor momento.

Hoy somos chicas más seguras, maduras y conscientes de que se trata el mundo el real.

Cuando veas a una chica de veintitantos y veas todo su potencial, aconséjale que todo sueño es posible y así, cada quien desde su entorno crear una red de mujeres positivas con un objetivo muy claro: un mundo mejor.


Este artículo esta protegido por la Ley Federal de Derechos de Autor, si copias información de este sitio en tu página web es necesario agregues una liga y me cites como fuente.