Estoy HARTA de las etiquetas, quiero ser quien soy

Estoy HARTA de las etiquetas, que por mi sexo o mi edad, definan lo que tiene que -ser- mi vida.

Estoy harta de que quieran controlar mi pensamiento, imponiendo creencias limitadas y prejuicios que solo coartan la libertad del espíritu.

Estoy harta que TODO sea un problema, cuando no cuadra en lo común.

Estoy cansada, abrumada, desesperada, de un mundo que gira sin parar y que por momentos, puede ser tan superficial como la efervescencia de un LIKE.

Estoy agotada de los títulos, como si pudieran garantizar el amor genuino. Decepcionada de las promesas vacías y las crudas realidades.

 Estoy exhausta de justificantes para explicar mi forma de pensar, mis sueños de vida y que lo que más anhelo no es lo que el mundo espera de mí.

 

Me he quebrado al intentar cumplir con un rol que se me ha impuesto. Me he rebelado y he dicho NO. He llorado, caído y al final, volver a ponerme de pie.

¿Por qué no se puede comprender que como individuos podemos SER todo lo que soñamos? ¿Por qué tiene que cambiar por el hecho de ser mujer? ¿Por qué es alarmante decidir estar sola? ¿Por qué nos presionan con un paradigma y un reloj biológico?

Si se puede respetar un estilo de vida tradicional ¿por qué no se puede asimilar un camino diferente? ¿por qué juzgar, señalar, satanizar?

Sé es quien se puede -ser- y también quién se decide -ser-. Todo es cuestión de PERSPECTIVA. Y en la mía, estoy harta de mis propias etiquetas. De seguir como regla sagrada aquellos pensamientos con los que fuí críada y de reprimir, lo que muchas veces realmente sentía o quería hacer.

El daño no es a terceros, sino a uno mismo cuando no aceptamos. Cuando no podemos ver más allá. Cuando no podemos respetar y apoyar.

Creo totalmente en la moral y ética, no me mal entiendas; creo en reglas para vivir armónicamente como sociedad. Lo que no creo y estoy harta, es de tanta hipocresía, en nuestro decir y actuar. Por que a veces tenemos tanto miedo de sentir, que ocultamos nuestros sentimientos tras máscaras. Por que preferimos lo superficial antes de tocar el corazón. Por que es más fácil siempre recibir que dar.

Y yo, he decidido, no ocultarme más.

Este artículo esta protegido por la Ley Federal de Derechos de Autor, si copias información de este sitio en tu página web es necesario agregues una liga y me cites como fuente.

Foto de Portada: Tomas Jasovsky